Orígenes

Hola¡¡
 Este bellezón de mujer es Sara Pelaz, descendiente de Roscales, ella tuvo esta idea tan genial de escribir algo tan bello y sencillo a la vez, que cuando llegó a nuestras manos nos emocionó y dio un impulso a todo nuestro trabajo.
Los medios no se hicieron eco de este artículo, pero todos sabíamos de la calidad, de la fuerza que tenía el contenido y es por ello que deseamos que no se pierda en el olvido y que pase a ser patrimonio de todos los roscaleños y roscaleñas como ella misma nos denomina.
Muchas gracias Sara, eternamente agradecidos.
El pueblo de Roscales



Vivimos en la era de las tecnologías: de Internet, que nos permite el acceso a la información de y desde cualquier parte del mundo; y de las redes sociales, grandes difusoras de datos y de imágenes. Una era en la que hasta un niño tiene un teléfono móvil con una cámara fotográfica que ya hubieran deseado muchos fotógrafos profesionales hace décadas.Todo esto ha llegado a nuestras vidas en no muchos años. Un recién nacido hoy tendrá mañana cientos de fotografías, cuando duerme, cuando juega , cuando come… Y, mientras crece, el archivo fotográfico de su vida irá creciendo con él. Tendrá un enorme legado visual que podrá compartir en el futuro con sus propios descendientes.

Pero nuestros ascendientes, nuestros padres, abuelos o bisabuelos no han tenido esa suerte. Y si vivían en un medio rural, con unas comunicaciones precarias, de ésas que no invitaban precisamente a nadie a pasarse por allí, ni siquiera a un fotógrafo ávido de imágenes costumbristas, el resultado es que de esas personas apenas quedará un recuerdo en forma de imagen si no es en la memoria visual de sus descendientes más cercanos.

En un pueblo así nacieron mis abuelos y mi padre. Un precioso y entrañable pueblo de la montaña palentina, Roscales de la Peña. Sus nietos apenas tenemos alguna fotografía de ellos, y mucho menos de cuando eran jóvenes o en compañía de sus padres. Pero es que tampoco tenemos muchas fotografías de nuestros padres y a ellos tan sólo los separa una generación, la nuestra, de esos niños que hoy tienen casi cada minuto de su vida recogida en archivos de imágenes. Y como a nosotros, les sucede lo mismo a muchos roscaleños más.

En Roscales, como en otros pueblos, bien la necesidad en algunos casos, bien el deseo de prosperar en otros, obligó a muchos a emigrar y a dispersarse por el resto de España. Las raíces se dispersaban, y con ellas las ramas, los descendientes de esos migrantes.

A la ausencia de imágenes se añadió la pérdida de datos. Un incendio, hace ya muchos años, destruyó el archivo del registro, perdiéndose los datos de los ascendientes de muchos de los habitantes de Roscales. El legado verbal, de padres a hijos, de los nombres de sus abuelos, bisabuelos..., inevitablemente, con el paso de los años y de las generaciones, se ha ido diluyendo o perdiendo y con ello nuestra memoria, la memoria de quiénes somos y de quiénes venimos. Es decir, de nuestros orígenes.

Este año, un grupo de locos maravillosos, nacidos o acogidos en Roscales, han tenido una idea tan loca y maravillosa como ellos. Recordar.  Recordar y homenajear a nuestros mayores, y hacerlo creando una memoria que perdure. Recuperar ese registro de vecinos, familiares y amigos que nacieron y vivieron en Roscales y hacerlo a través de sus descendientes, de su memoria, de la memoria viva de un pueblo.

Así surgió la idea. Poner en contacto a todos los descendientes posibles de roscaleños y roscaleñas y con la ayuda de nuestros mayores confeccionar los árboles genealógicos de todos nuestros familiares hasta dónde la memoria nos llegue, y poder dejar a las siguientes generaciones el legado escrito de sus orígenes. Pero, porqué limitarse a los datos? Porqué no intentar también reunir entre todos el mayor número posible de fotografías de nuestros mayores?

La respuesta de todos los vecinos con los que se ha ido contactando ha sido...increíble. Los contactos se multiplicaban y multiplicaban. La avalancha de personas  ilusionadas con este proyecto, de la información que se ha ido aportando y de las imágenes que cada uno ha ido compartiendo con el resto ha superado todas las expectativas de los padres de esta idea.

El próximo día 13 de agosto todo este maravilloso proyecto verá la luz en un acto tan especial como emotivo que tendrá lugar en nuestro pequeño pueblo, Roscales De la Peña, un pueblo que ese día será más grande que nunca porque se reunirán familias, amigos y vecinos que hace años que no se ven.

Recordaremos a los que ya no están y, sobre todo, rendiremos un homenaje a los vivos, a nuestros mayores, e intentaremos estar a la altura de su memoria con todas las fotografías que hemos conseguido reunir y que ese día serán expuestas para todos y serán cedidas al pueblo para que esta información se conserve y las siguientes generaciones puedan tenerla a su alcance y disfrutar de ella. Para que no nos olvidemos de nadie.
Nuestros mayores recordarán y los jóvenes crearán recuerdos visuales de sus orígenes. Pero esta vez perdurarán no sólo en sus memorias.

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